23 de diciembre de 2008

La Historia de HUMOR (tercera parte)

Nota aparecida en la revista HUMOR n° 221 de Junio de 1988, conmemorando los 10 años de esta revista. AC: Andres Cascioli / TS: Tomás Sanz


Retomando, ¿cómo sobreviene aquel cambio de enfoque de la revista?
AC: Creo queros estimuló el hecho de que la gente escribiera tanto, y en general sobre temas políticos. Se acercaron los grupos de derechos humanos, todavía sin haber encarado nosotros periodísticamente el tema político con todo, como fue después. Esos grupos venían a la redacción, escribían, denunciaban cosas, y empezamos a publicar cartas muy fuertes. El correo de lectores fue fundamental en esa época, y con los grupos de derechos humanos se acercaron algunos periodistas inteligentes. Primero, el contacto fue algún reportaje tuyo, en algunos casos; y después empezaron a integrar el plantel de redactores. Muchas de las cartas sostenían que "Humor" era el único espacio donde la gente se sentía representada. Creo que fue por los lectores que decidimos apelar a columnistas políticos.
TS: La adhesión aparecía en las cartas... y empezamos a sentir algo muy lindo, el cariño en la gente, cosa que nos comprometía muchísimo. Hubo quien se empezó a acercar a la redacción, a ver quiénes éramos y dónde hacíamos esa revista tan extraña para la época...

La época en que aparecía gente con tortas o alfajores...
TS: Claro, a eso me refiero. Venían a dejar sus cartas y empezaron a tomar nota hasta de los cumpleaños nuestros. Gente con tortas, con regalos, el que quería charlar, el que quería saber algo más... Hubo una vez una lectora que organizó una fiesta en su casa, con los amigos. Quería juntamos a todos, y nos homenajeó. .. Y era gente de escasos recursos... Eramos como Juan Carlos Chiappe, cuando le llevaban las gallinas y los pollos...
AC: Sí, todo el que llegaba por lo menos traía facturas... Hasta del sur, de An-dacollo, un párroco nos mandó truchas, fue muy curiosa esa época... Y volviendo a los colaboradores, hubo algunos casos como el de Jorge Sábato, que escribió una carta en la que aparte de tirar la bronca por algunas cosas que pasaban en el país, pidió colaborar en la publicación.

Claro, "Jorjón" Sábato, tío del actual ministro de Educación... Es un recuerdo muy especial. Y nos trae el recuerdo de algunos que ya no están, como Merellano, y el de otros...
AC: Alguien que no pudo estar fue Dante Panzeri, que estuvo en "Chaupinela" todo el tiempo. Después, en el '77, tuvimos una experiencia cuando él fue jefe de deportes de "La Prensa": llevó a una parte del grupo que después hizo "Humor". Llevó a Tomás, a Walter Clos, estuve yo dibujando... Y la gente de "La Prensa" terminó llevándolo a una situación límite a Panzeri, que creo fue el desencadenante de su muerte.

Murió un mes y medio antes del comienzo del Mundial, ¿no?
TS: Sí... El estaba hecho a la medida de esta revista; ríos había acompañado en otras publicaciones y hubiera estado aquí firme, también, pero no llegó...
AC: Te cuento como anécdota que cuando lo vimos a "Jorjón" Sábato casi nos caemos de espaldas. Era igual a Panzeri en muchos sentidos... Nos enamoramos de "Jorjón" Sábato por su parecido físico y por su forma de ser; para nosotros era como si Panzeri hubiera vuelto... estábamos muy sorprendidos con él.

¿Se acuerdan de otros columnistas que ya no están, de algunos casos. Estaba Amelita Arias, por ejemplo...
TS: Sí, era uno de esos casos de gente no profesional que se acercaban por adhesión a la revista, gente con inquietudes. Eran periodistas para nuestra revista, cobraban por una nota quincenal o mensual, pero no publicaban en otro lado, y tenian otro tipo de trabajo aparte con el que subsistían. Sintonizaban alguna onda de humor, más o menos la línea que teníamos, y fueron una etapa. Algunos se acercaron, incluso, por una mesa redonda con jóvenes que se hizo con Dolina, en la misma redacción. Y de ahí quedaron enganchados algunos que terminaron escribiendo durante un tiempo en la revista. Los demás son mucho más conocidos... Paredero, que se largó con nosotros, y a quien el "establisnment" del espectáculo le prohibía a veces la entrada a las salas. Le tendrían miedo... Después está el caso de Enrique Vázquez, con el que se inició ya decididamente la línea de comentarios políticos, allá en el '81...
AC: Enrique nosconoció en una comida de fin de año, lo trajo Dolina y lo presentó como un fanatico de la publicacion, que queria estar presente. Enseguida empezo a publicar.

Apoyo de los lectores había, lo que había poco era apoyo publicitario, ¿no?
AC: Ninguno, o casi ninguno... La única empresa internacional que se animó a publicar alguna vez fue Coca Cola, muy poco.Pero Nobleza-Piccardo tengo que reconocer que fue muy valiente: pese a que alguna vez le volantearon la empresa grupos de ultraderecha amenazándolos porque publicaban en "Humor", ellos siguieron haciéndolo. Realmente, empresarios no habituales en este país. Después, la mayoría no publica en este tipo de revista, apoya otro tipo de proyecto, los proyectos de Neustadt o Vigil. Pese a que estuvieron muy comprometidos con la dictadura y con esa Argentina que superamos, tuvieron apoyo en su momento y lo siguen teniendo ahora. Creo que el empresariado en este caso tuvo muy poca visión y es muy conservador, no le importa si una publicación vende mucho. "Humor" llegó a vender 300 mil ejemplares, y tenía muy pocos avisos publicitarios. Pero la publicación de Neustadt no creo que llegue a 2 mil ejemplares y debe tener la mitad de sus páginas con avisos.

¿Con qué tapas hubo más dificultades?
TS: Otra con conflictos, todo un hito, fue aquella de Videla y las pirañas...
AC: Bueno, por esa tapa yo tuve que ir a la Casa de Gobierno. Se ve que hacían reuniones con algunas empresas periodísticas; había un capitán que manejaba prensa en el Ministerio del Interior, que me reunió con algunos editores. Recuerdo a alguno de ellos: un tal Macchi, que hacía una revista "de la noche"; el editor de "Skorpio" y algunas otras publicaciones, la mayoría "underground" y acusadas de pornografía. El capitán nos dio una lección de cómo debía tratarse el tema sexo. Por ejemplo, la medida que tenían que tener las bombachas de las señoritas... Lo decía a los gritos, usando el tono más alto, y en todo momento habló de respeto al ser nacional y cómo debíamos tratar de educar a la gente en estas cuestiones. Yo me acuerdo que una de las preguntas que hice fue si yo estaba presente ahí por la portada que habíamos hecho con Videla, y él me dijo que teníamos total libertad de expresión; y que no era por eso sino porque era una revista considerada pornográfica... También tuve que hablar con marinos por una historieta que hizo Grondona, en la que se decía que la Armada había hecho muy buenos negocios con un portaaviones. Me llamaron del edificio Libertad; estaba anotado en las planillas de entrada y me acompañaron hasta un despacho. En esa época ya no estaba Massera sino Lambruschini. Llegué hasta el despacho anterior al suyo, y ahí me dieron otra lección de lo democráticos que eran los integrantes de la Armada Argentina. Me dijeron que nosotros estábamos haciendo una nota sobre supuestos; y yo les dije que sí, que realmente era sobre supuestos, que estábamos haciendo humor con Grondona y sacábamos deducciones de lo que podía pasar con la compra de un viejo portaaviones. Ellos decían que no iban a tomar medida porque eran muy democráticos, que la Armada salía y viajaba mucho, y entonces estaban educados en la democracia que había en todo el mundo. Pero me pusieron sobreaviso para que no hiciera lo mismo con el Ejército: "si ustedes hacen estos chistes con el Ejército los van a matar a todos".

La Armada ya tenía, por ese entonces, el proyecto político de Massera...
AC: Tenía el proyecto de Massera, y había tenido toda la ESMA que estaba funcionando en esa época. Ese fue otro caso curioso porque estuve como detenido en el edificio Libertad, no sabía para qué me habían llamado... Otra vez tuvimos una experiencia con Massera, no sé si te acordas, con el que íbamos a hacer un reportaje...

Algo recuerdo... (Risas)
AC: Massera se decidió a hacer politica y había criticado duramente al gobierno; y cuando veíamos que alguien se animaba a decir algo contra el gobierno lo aprovechábamos bien. En ese caso Massera dijo una cosa que nos convenía que lo dijera él, pese a que lo queríamos decir nosotros y entonces decidimos hacer un contacto para un reportaje. Tuve que ir a ver a un tal Jorge Lapeña, un penodista que le manejaba la prensa (trabajaban él y el padre para Massera), en un despacho que estaba en la calle Cerrito. Arreglamos el reportaje, y cuando íbamos a hacer el contacto con vos y con Massera, nos dijeron que teníamos que hacer un cuestionario.

Sí, no me dejaban repreguntar...
AC: Insistimos en que si mandábamos el cuestionario teníamos que repreguntar, en que el reportaje tema que ser personal. Ellos dijeron que no, entonces decidimos no hacerlo. Ahí nos enteramos de que los reportajes que salían en las revistas de Vigil, por ejemplo, eran todos con cuestionarios no contestados por Massera, sino por el grupo de periodistas que trabajaban para él. Y algunos debían ser ex integrantes de la ESMA, supongo. Después de estos "supuestos", podemos también creer que el libro firmado por Massera lo escribieron sus periodistas.
TS: Hablando del Proceso, y retomando el tema de las tapas, a medida que avanzábamos y que hasta personajes del gobierno eran dibujados, nos enterábamos de algunas anécdotas. Por ejemplo, la vez que aparecieron en una extraña dupla Minguito Altavista y Viola en tapa, en el año 82. Viola era "el preso", el compañero de Minguito. Dicen que el general Bussi creyó que era una alusión a él, que le dedicábamos la tapa, que Minguito en realidad era él... O vos lo dibujaste mal a Mingo, no sé...

¿No habrá sido un lance para que lo pusieran alguna vez en tapa?
TS: Y sí, posiblemente...
AC: Claro, no entendió que nosotros le decíamos preso a Viola, sino que queríamos compararlo a él con Minguito... Otro ejemplo: la del "gordito travieso" fue otra forma de utilizar a gente que en ese momento criticaba al Proceso.

Manrique fue el autor de esa frase...
AC: Claro, Manrique se peleó con Harguindeguy y le dijo "gordito travieso". Nosotros lo cazamos al vuelo e hicimos la historietita con el gordito travieso que junto con su amiguito Martínez de Hoz rompían todo, pateaban tachos, destruían al país... Y ahí nos enteramos de que Harguindeguy intentó por todos los medios secuestrar la publicación y quiso censurarla. Parece que el que en ese momento era ministro del Interior, Liendo, estaba a su vez enfrentado con Harguindeguy. Salimos aerosos, tal vez porque Liendo terminó "defendiéndonos" a nosotros.

El año '82 fue muy particular para la revista, tal vez uno de los años en que más se ensañaron pese a que la dictadura ya entraba en el ocaso. Se empieza a vislumbrar el secuestro de alguna edición, como la del famoso número 97... ¿Cómo fue ese período?
AC: Ellos en octubre del '82 intentan secuestrar la publicación. Censuraron dos o tres publicaciones, una era la de Guillermo Patricio Kelly, "Quorum". Y la que estaba en la mira era "Humor"; pero ahí nosotros conseguimos zafar porque se acercaron muchos políticos a la revista, hicimos unos editoriales donde denunciamos la posible suspensión de la publicación por el gobierno. Estuvimos esperando a la policía que podría llegar en cualquier momento a la editorial. Y se acercaron muchos políticos, especialmente de la Coordinadora: Facundo Suárez Lastra, Nosiglia, Stubrin y otra gente conocida. Tenían contactos con el último gobierno militar, querían apoyar la publicación, y lo que logramos fue que no la prohibieran. Y también por gestiones de algunos de ellos, y de Enrique Vázquez, conseguimos el apoyo de los políticos más notorios de esa época. Mandaron adhesiones que se publicaron, hombres como Alende, Luder, Alfonsín, Pugliese y otros. Hubo mucho apoyo de los políticos y de la gente en general.
TS: En ese período en que la cosa se ponía muy dura, hubo un episodio grotesco con un custodio que teníamos...
AC: Sí, era un integrante de los gru¬pos de Ruffo y compañía, de la empresa "Magister", de Otto Paladino.

¿Pero no habías tomado la precaución de averiguar los antecedentes del que custodiaba?
AC: No se sabía nada de "Magister", eso saltó después. Un amigo empresario de Ricardo Portal le dijo que ellos contaban en sus empresas con los servicios de "Magister"; y como teníamos que custodiar a la gente, que era amenazada habitualmente, Portal habló con "Magister". ¡Vino Ruffo a ver la editorial!, y mandó a un hombre... Tiempo después se conoció el caso "Magister" . Nosotros criticamos con todo ese asunto, recuerdo, pero teníamos, sin saberlo, a uno de los hombres de Ruffo dentro de la empresa. Lógicamente se le dijo que se fuera... Era un inocente, supongo que no sabía nada de esas cuestiones...


... continuara!

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