La figura que surge
ARNOLDO FRANCHIONI (FRANCHO)
(Nota aparecida en la revista DIBUJANTES n° 14, de Junio de 1955)
NACIO este dibujante en Ascensión, provincia de Buenos Aires, en el año 1928. Después de realizar diversos estudios y desempeñarse en varios oficios, su fuerte vocación por el dibujo lo impulsó a probar fortuna en Buenos Aires en 1946. Los primeros tiempos le resultaron un tanto difíciles cuando empezó el peregrinaje por distintas editoriales, ya que no se hallaba aún capacitado para desempeñarse profesionalmente. Pero no desmayó; siguió estudiando cuanto le fue posible, mientras se desempeñaba en diferentes oficios. Tenía confianza y sabía que practicando constantemente llegaría a alcanzar la meta que se había trazado al dejar su pueblo natal. Fue así que en 1947 comienzan a cristalizarse sus sueños al interesarse el diario "Democracia" por sus dibujos. Comenzó allí a publicar chistes deportivos. Recuerda este hecho Francho con gran cariño, ya que ese significa su primer contacto con el profesionalismo. "Hasta el día de hoy —dice Francho— conservo aquella extraña sensación que sentí cuando vi mi primer dibujo publicado".
Siguio realizando este mismo tipo de trabajo por espacio de tres meses, hasta que un día interesó al director con una historieta: "Cándido", la que aún se sigue publicando, con el éxito que es bien conocido.
ARNOLDO FRANCHIONI (FRANCHO)
(Nota aparecida en la revista DIBUJANTES n° 14, de Junio de 1955)
NACIO este dibujante en Ascensión, provincia de Buenos Aires, en el año 1928. Después de realizar diversos estudios y desempeñarse en varios oficios, su fuerte vocación por el dibujo lo impulsó a probar fortuna en Buenos Aires en 1946. Los primeros tiempos le resultaron un tanto difíciles cuando empezó el peregrinaje por distintas editoriales, ya que no se hallaba aún capacitado para desempeñarse profesionalmente. Pero no desmayó; siguió estudiando cuanto le fue posible, mientras se desempeñaba en diferentes oficios. Tenía confianza y sabía que practicando constantemente llegaría a alcanzar la meta que se había trazado al dejar su pueblo natal. Fue así que en 1947 comienzan a cristalizarse sus sueños al interesarse el diario "Democracia" por sus dibujos. Comenzó allí a publicar chistes deportivos. Recuerda este hecho Francho con gran cariño, ya que ese significa su primer contacto con el profesionalismo. "Hasta el día de hoy —dice Francho— conservo aquella extraña sensación que sentí cuando vi mi primer dibujo publicado".
Siguio realizando este mismo tipo de trabajo por espacio de tres meses, hasta que un día interesó al director con una historieta: "Cándido", la que aún se sigue publicando, con el éxito que es bien conocido.
Los progresos en el dibujo y el conocimiento del ambiente le fueron allanando las dificultades con que tropezara al principio. Fue así que ingresó más adelante en "Descamisada" y en "Noticias Gráficas", donde publicó chistes de fútbol relacionados con los resultados del domingo y que se publicaban en la edición de la noche, a pocas horas de haber sido dibujados. Con este trabajo Francho ganó experiencia y velocidad, y ya se afirmaba de esa manera en la profesión.
Con la aparición de la revista "Medio Litro" consiguió su primera publicación de más importancia hasta entonces. Recuerda que en esa oportunidad recaudaba, en concepto de colaboraciones, alrededor de setecientos pesos semanales, cantidad que para él, en esa época, era la verdadera cristalización de sus sueños. A partir de entonces las cosas se empezaron a presentar cada vez mejor y empezó a publicar en nuevas revistas, recordando, entre otras: "Campeón", "Vea y Lea", "Estampa", etc. Luego vino la época de la huelga de los gráficos, y por consecuencia una merma en el trabajo para los dibujantes, ya que las revistas, por un tiempo, no aparecieron. En esa época se vio obligado a colocarse como retocador en la ''Editorial Codex". A pesar de esta primera declinación en sus ingresos, Francho no desesperó y esperó pacientemente la normalización del trabajo. Ello ocurrió para él en abril de 1949, cuando lo llamaron de "Rico Tipo" para desempeñar el cargo de ayudante de Divito, puesto que ocupó hasta el año 1954, cuando pasó a integrar el cuerpo de dibujantes de la revista "Avivato", donde sigue colaborando actualmente.
En "Avivato" encontró ya definitivamente la oportunidad anhelada, y en sus páginas la consagración definitiva, que hace de Francho uno de los buenos valores jóvenes de nuestro país. ''Álbum de familia", "Camolito" e "Historias de cinco guitas" hablan bien a las claras del progreso que alcanzó Francho y lo muestran como un fino humorista de incalculables recursos. "Historias de cinco guitas" es sin lugar a dudas su mejor trabajo hasta el momento, y pudo demostrar allí su verdadera personalidad y su humorismo distinto. "Es aquí —dice Francho— donde me encuentro más a gusto y los personajes que desfilan por esas historias son generalmente—satirizados, desde luego— amigos míos, y tambien quienes no lo son, y hasta yo mismo en muchos casos''.
—¿Cuáles son, ahora que es profesional, los trabajos de otros dibujantes que más le satisfacen? —Considero a Divito un gran maestro del dibujo humorístico. En cuanto a historietas, mis preferidas son "Bólido", la desaparecida tira de laniro "Marmolín" y "Ótelo" entre las últimas aparecidas; sin embargo, tengo un gratísimo recuerdo de 'Don Fulgencio", acaso por razones sentimentales, porque era la que leía de chico, ya que me hacía reír mirando los dibujos solamente.
—¿Y de sus trabajos?
—Indudablemente creo que lo mejor que he hecho es "Historias de cinco guitas", aunque mi preferida" es "Cándido", por ser la que marcó mi comienzo como historietista, más que porque la considere buena.
—¿Y sus proyectos para el futuro?
—Dibujar mucho y dibujar bien. Ese es mi mayor deseo. Hoy, que he desarrollado mi sentido de autocrítica, veo cuánto hay por aprender y quiero aprenderlo. Vislumbrar nuevas cosas en el dibujo es apasionante y permite progresar. Actualmente me doy cuenta de que en mis comienzos creía saber todo, pero mi entusiasmo era superior a mis condiciones.
Con la aparición de la revista "Medio Litro" consiguió su primera publicación de más importancia hasta entonces. Recuerda que en esa oportunidad recaudaba, en concepto de colaboraciones, alrededor de setecientos pesos semanales, cantidad que para él, en esa época, era la verdadera cristalización de sus sueños. A partir de entonces las cosas se empezaron a presentar cada vez mejor y empezó a publicar en nuevas revistas, recordando, entre otras: "Campeón", "Vea y Lea", "Estampa", etc. Luego vino la época de la huelga de los gráficos, y por consecuencia una merma en el trabajo para los dibujantes, ya que las revistas, por un tiempo, no aparecieron. En esa época se vio obligado a colocarse como retocador en la ''Editorial Codex". A pesar de esta primera declinación en sus ingresos, Francho no desesperó y esperó pacientemente la normalización del trabajo. Ello ocurrió para él en abril de 1949, cuando lo llamaron de "Rico Tipo" para desempeñar el cargo de ayudante de Divito, puesto que ocupó hasta el año 1954, cuando pasó a integrar el cuerpo de dibujantes de la revista "Avivato", donde sigue colaborando actualmente.
En "Avivato" encontró ya definitivamente la oportunidad anhelada, y en sus páginas la consagración definitiva, que hace de Francho uno de los buenos valores jóvenes de nuestro país. ''Álbum de familia", "Camolito" e "Historias de cinco guitas" hablan bien a las claras del progreso que alcanzó Francho y lo muestran como un fino humorista de incalculables recursos. "Historias de cinco guitas" es sin lugar a dudas su mejor trabajo hasta el momento, y pudo demostrar allí su verdadera personalidad y su humorismo distinto. "Es aquí —dice Francho— donde me encuentro más a gusto y los personajes que desfilan por esas historias son generalmente—satirizados, desde luego— amigos míos, y tambien quienes no lo son, y hasta yo mismo en muchos casos''.
—¿Cuáles son, ahora que es profesional, los trabajos de otros dibujantes que más le satisfacen? —Considero a Divito un gran maestro del dibujo humorístico. En cuanto a historietas, mis preferidas son "Bólido", la desaparecida tira de laniro "Marmolín" y "Ótelo" entre las últimas aparecidas; sin embargo, tengo un gratísimo recuerdo de 'Don Fulgencio", acaso por razones sentimentales, porque era la que leía de chico, ya que me hacía reír mirando los dibujos solamente.
—¿Y de sus trabajos?
—Indudablemente creo que lo mejor que he hecho es "Historias de cinco guitas", aunque mi preferida" es "Cándido", por ser la que marcó mi comienzo como historietista, más que porque la considere buena.
—¿Y sus proyectos para el futuro?
—Dibujar mucho y dibujar bien. Ese es mi mayor deseo. Hoy, que he desarrollado mi sentido de autocrítica, veo cuánto hay por aprender y quiero aprenderlo. Vislumbrar nuevas cosas en el dibujo es apasionante y permite progresar. Actualmente me doy cuenta de que en mis comienzos creía saber todo, pero mi entusiasmo era superior a mis condiciones.
2 comentarios:
sugeriria que las letras de los comics estuvieran mas grandes para poder leer bien y entender mejor el texto :)
CcLarOO!!!!!!
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